martes, 5 de agosto de 2014

La empatía...

La empatía viene a ser la capacidad para poder percibir el propio estado emocional de otra persona, para ponerse en el lugar del otro y llegar a sentir lo que este sujeto se encuentra sintiendo en esos precisos momentos

No obstante, gran parte de las diferencias existentes en el grado de empatía que se pueden observar en los niños, viene a estar directamente relacionada con la educación que sus padres proporcionan a sus hijos.
Precisamente por esta cuestión principal, existen una serie de pautas o trucos que pueden ayudar a que los padres fomenten una mayor empatía en sus hijos, de tal manera que el niño o niña podrá ser capaz de ponerse en el lugar del otro, y ser incluso mucho más humilde y sincero para con los demás.




Pautas para fomentar la empatía en nuestros hijos
Ayudar a nuestro hijo a ser consciente de las repercusiones provocadas por su conducta, utilizando expresiones en las que, por ejemplo, resaltemos que su amigo está triste o que se siente mal pueden servirle para que vaya comenzando a conocer algo más sobre la empatía.



También transmitirle que sabemos cómo se siente, y que incluso podemos y queremos compartir sus sentimientos en un paso muy importante a tener en cuenta, ya que de esta forma le hacemos saber que nos estamos interesando sobre cómo se siente, y algo aún mejor es explicarle lo que nosotros mismos sentimos.
Debemos recordarte en este punto que los niños aprenden por imitación, por lo que no debemos aprovechar la ocasión para reflejar la empatía en nuestros propipas actos, de forma que lo pueda comprender y lo pueda comenzar a practicar de manera inconsciente.

¿Qué es convivir?

Convivir es;  la capacidad de vivir juntos respetándonos y consensuando las normas básicas.

Podríamos pensar en la capacidad de ponerse en el lugar del otro, compartir, cooperar, respetarse, comunicarse, autocontrol y autorregulación, capacidad de participación, de aportar ideas y críticas y creativas...
~ Son señas de identidad de la Convivencia: comprender, respetar y construir normas justas que regulen la vida colectiva .


Para desarrollar este objetivo se deben dar un conjunto de dimensiones:
* Autoconocimiento:
Esta capacidad permite una clarificación de la propia manera de ser, pensar y sentir, de los puntos de vista y valores personales, posibilitando un progresivo conocimiento de sí mismo, una valoración de la propia persona y en niveles superiores, la autoconciencia del yo.-

* Autonomía y autorregulación:
La capacidad de autorregulación permite promover la autonomía de la voluntad y una mayor coherencia de la acción personal. Es la propia persona la que establece los principios de valor y se organiza para actuar de acuerdo con ellos.

* Capacidades de diálogo:
  Estas capacidades permiten huir del individualismo y hablar de todos aquellos conflictos de valor no resueltos que preocupan a nivel personal y o social.

* Capacidad para transformar el entorno:
Esta capacidad contribuye a la formulación de normas y proyectos contextualizados en donde se han de poner de manifiesto criterios de valor relacionados con la implicación y el compromiso.

* Comprensión crítica:
Implica el desarrollo de capacidades orientadas a la adquisición de la información moralmente relevante en torno a la realidad y la actitud y el compromiso para mejorarla.

La empatía y perspectiva social posibilita a la persona para incrementar su consideración por los demás, interiorizando valores como la cooperación y la solidaridad.

* Habilidades sociales para la convivencia: son el conjunto de comportamientos interpersonales que va aprendiendo la persona y que configuran su competencia social en los diferentes ámbitos de la relación. 


~ Los valores que desarrollan la capacidad de convivencia nos hacen reflexionar primero como colectivo de profesionales que conviven compartiendo una tarea común y aluden a una necesidad de plantearse el trabajo continuo de las anteriores dimensiones con el fin de optimizar la comunicación y el trabajo en grupo.

lunes, 4 de agosto de 2014

Valores para la convivencia...

Convivir significa compartir vivencias juntos; convivir es, por lo tanto, encontrarse y conversar, "dar vueltas juntos". Si conversamos en la escuela, estamos construyendo la convivencia escolar; si lo hacemos en la sociedad, en la ciudad, estamos construyendo la ciudadanía, la convivencia democrática.
Aprender a convivir es una finalidad básica de la educación. Se trata de sumar esfuerzos para dar respuestas favorables, conscientes de que la educación para la convivencia democrática y la ciudadanía, para la igualdad entre hombres y mujeres, la educación intercultural, en definitiva, la educación para una cultura de paz, son desafíos que la escuela no puede obviar si quiere encontrar alternativas, positivas y constructivas, a los problemas escolares y sociales del siglo XXI”.